jueves, 13 de marzo de 2014

Recuerdo

Aquel día nevaba, hacía frío. El viento cortaba la piel y el alma a aquellos que despedían al  esposo, al padre, al hombre. Se iba el que había sido, el que siempre estuvo, el que nos dejó la huella imborrable de la bonhomía, al calor de un brasero y bajo el aroma del lilo en flor.

Recuerdo el temblor del cuerpo de aquella mañana serrana, y la humedad blanca de la tristeza que se congelaba con su partida.

Hoy recordamos el frío, el recuerdo helado de su ausencia, que aún después de tanto tiempo nos llega amargo y nos hace pequeños.

Yo recuerdo, sin embargo, la vida que nos dejó, lo que ahora veo y poseo, su legado, cercano y bueno. Jamás podría tener algo mejor.

Un amigo me dijo una vez: "Haz de tu memoria recuerdos de vida y no de ausencia". Lo hago, lo hacemos, todos los días de nuestra vida.

Clara

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